Ciomar es una empresa cántabra creada en 1990 por Antonio González Antón.

Los submarinistas de Ciomar han trabajado en muchos puertos españoles, especialmente en las ampliaciones de los puertos de Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Alicante, San Sebastián, Barcelona o Bilbao.

Ni sus herramientas de trabajo ni su imagen responden desde hace bastantes años a la estampa del buzo clásica, pero la labor de los especialistas en trabajos submarinos continúa gozando de la admiración por quienes afrontan una tarea de riesgo en un medio que puede resultar muy hostil. En el caso del muelle de Raos (Cantabria), nuestros submarinistas acondicionaron los fondos para el depósito de los cajones que luego forman los muelles, algo que no resulta sencillo a más de una decena de metros de profundidad, pero mucho menos cuando la turbidez del agua apenas permite la visión.

img01Además de su pericia como buceadores, los especialistas en trabajos submarinos deben contar con una sólida preparación en tareas que abarcan desde el levantamiento de planos topográficos hasta la utilización de herramientas adecuadas para cortar, instalar tuberías o realizar la cimentación en la que se apoyarán los bloques que conforman los muelles, y todo ello en condiciones de escasa visibilidad, a veces casi nula.

Los trabajos de cimentación de los cajones flotantes del muelle de Raos (Cantabria), que han precisado el enrase mediante grava de 7.000 m2 de fondo marino han sido realizados por los grandes profesionales que componen la plantilla de Ciomar

BuzoEn Barcelona, Ciomar también participó en la prolongación de la Villa Olímpica hasta el río Besós.

En las obras que se llevaron a cabo para ampliar el puerto de Bilbao, los submarinistas de Ciomar se encontraron con la dificultad añadida de tener que trabajar a una profundidad de 20 metros, lo que les limito notablemente el tiempo que podían estar sumergidos, ya que a esa profundidad sólo se puede trabajar 110 minutos al día, debiendo someterse después a una descompresión que dura cerca de dos horas. Esta limitación hizo necesario desplazar un equipo de seis buzos para cubrir una jornada laboral de 10 horas.

Ciomar tiene la calificación que le permite concursar directamente en la licitación de obras públicas.